Nombre: Limpiabotas nº 205 negro 520 k.
Ganadería: Fuente Ymbro
Lidiado: 1 de Mayo de 2009 Sevilla
Matías Tejela: oreja
El toro más emocionante de la corrida fue un sobrero, del hierro titular de Fuente Ymbro, que debió quedarse en el banquillo porque era descarado de pitones. No hay otra razón para explicarlo, porque en la misma corrida salieron algunos toros más bastos, como el primero. Ese sobrero fue mansurrón, pero tenía casta y gran movilidad. A esos toros hay que cortarles las dos orejas en Sevilla, como la historia nos recuerda. Y se les pueden cortar porque el público se impresiona con facilidad ante la movilidad desordenada de esos astados.
El madrileño sólo le cortó una porque estuvo conformista. Es duro decirlo, más cuando el de Fuente Ymbro lo arrolló en alguna ocasión y pudo cogerlo. Tejela tenía la ocasión de dar un aldabonazo serio. La diferencia entre un trofeo o los dos estaba en quedarse en el sitio y someter al manso. Era toro de todo o nada, de apuesta por la gloria, nunca de quedarse a mitad de camino. Era un toro que olía a cloroformo y a gloria. Tejela estuvo correcto, pero no alcanzó la gloria ni tampoco se fue al hule.
Se movió mucho el astado y Matías logró tandas con la derecha y la izquierda vibrantes. No era cuestión de pedir exquisiteces. Hubo desarmes, carreras, amontonamiento, aunque también pases de trazo largo. Esos pases eran el claro ejemplo de que el toro tenía faena de emoción. La estocada efectiva fue la que inclinó la balanza del lado del torero y dio paso al trofeo.
Ganadería: Fuente Ymbro
Lidiado: 1 de Mayo de 2009 Sevilla
Matías Tejela: oreja
El toro más emocionante de la corrida fue un sobrero, del hierro titular de Fuente Ymbro, que debió quedarse en el banquillo porque era descarado de pitones. No hay otra razón para explicarlo, porque en la misma corrida salieron algunos toros más bastos, como el primero. Ese sobrero fue mansurrón, pero tenía casta y gran movilidad. A esos toros hay que cortarles las dos orejas en Sevilla, como la historia nos recuerda. Y se les pueden cortar porque el público se impresiona con facilidad ante la movilidad desordenada de esos astados.
El madrileño sólo le cortó una porque estuvo conformista. Es duro decirlo, más cuando el de Fuente Ymbro lo arrolló en alguna ocasión y pudo cogerlo. Tejela tenía la ocasión de dar un aldabonazo serio. La diferencia entre un trofeo o los dos estaba en quedarse en el sitio y someter al manso. Era toro de todo o nada, de apuesta por la gloria, nunca de quedarse a mitad de camino. Era un toro que olía a cloroformo y a gloria. Tejela estuvo correcto, pero no alcanzó la gloria ni tampoco se fue al hule.
Se movió mucho el astado y Matías logró tandas con la derecha y la izquierda vibrantes. No era cuestión de pedir exquisiteces. Hubo desarmes, carreras, amontonamiento, aunque también pases de trazo largo. Esos pases eran el claro ejemplo de que el toro tenía faena de emoción. La estocada efectiva fue la que inclinó la balanza del lado del torero y dio paso al trofeo.
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